Las inquietudes artísticas de Remy J. López “Remydenegro” surgen de forma casual en Cuenca, ciudad a la que se traslada en 1996 para desarrollar su labor profesional como intérprete en lenguaje de signos. Es, quizá, esta forma de expresarse sin palabras, la responsable de lograr la perfecta comunicación entre pincel y espátula que ha ido definiendo su personal estilo a lo largo de toda su carrera.
La obra de Remy es fácilmente reconocible. En constante evolución temática, pero con un estilo único y personal, el artista plasma sus ideas sobre fondo negro y escasos trazos que cobran vida logrando esa comunión perfecta, tan difícil de encontrar hoy en día, entre sencillez y movimiento. Absoluta luminosidad sobre base oscura en un inagotable derroche de talento que ha sorprendido a críticos de reconocido prestigio en todo el Mundo. Contar mucho con muy poco; esa es la principal característica que diferencia su obra del resto al convertirlo en uno de los artistas más creativos y solicitados del momento.
Pero Remy va siempre más allá. Artista inconformista y en constante evolución, exporta sus ideas tan personales del lienzo a la escultura.